El camino de la paradoja es el camino de la verdad. Para probar la verdad de las cosas hay que verlas en la cuerda floja. Cuando las verdades se hacen acróbatas, entonces

Podemos juzgarlas. -O. Wilde

miércoles, 5 de mayo de 2010

Separando los tantos

A la familia no la destruye la homosexualidad antes bien una “familia” homosexual resulta en autodestructiva, para si y para la especie humana.
La natural complementariedad de los sexos ha permitido la supervivencia del hombre sobre la tierra.
Toda interpretación de la función sexual contranatural debería ser entendida como una más de las tantas aberraciones, las que también son naturales y presentes a lo largo de la historia.
Otorgarle entidad jurídica a una unión entre individuos de un mismo sexo, no debería escandalizar a nadie, de la misma manera que no es causa de escándalo un contrato entre partes.
Creo que en esta discusión no se está separando la intención, la que corresponde sea diferenciada,- la una corresponde a la mera voluntad de unión para satisfacer los intereses de una naturaleza torcida, humana, y aceptada como un indiscutible derecho, y que no por ello, debemos alentar,- pero sí respetar.
La otra, expresa intereses que trascienden a la pareja misma, siendo esta una célula embrionaria básica, que al multiplicarse garantiza la supervivencia de la humanidad, incluyendo a los estadísticos ejemplos de los imponderables de la naturaleza.
Si hablamos de los sexos, es precisamente porque estos existen y son complementarios; cumplen una función específica, si hablamos de gustos,… estamos hablando de otra cosa.
Aún fuera de un contexto religioso, la utilización de la palabra Matrimonio en esta discusión ofende la esencia misma de esta Institución.

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