Según la cara del cliente

La constitución según la cara del cliente

Esa parece ser la manera en que se interpreta y aplica nuestra constitución, de una manera mercantilista se apela a la ingeniería del marketing de última generación, y así vendernos el buzón, en criollo tradicional antiguo significa hacernos el cuento del tío, eso si, en los plazos que indica la constitución, no hay manera de no verla. Ya que la tienen impresa en su papel higiénico y la chequean a diario.
Del país nación….si te he visto no me acuerdo, idiotizaron al pueblo y con razón nos ven la cara.
A doscientos años pasados en vano, deberemos comenzar de nuevo para dejar de ser unos parias con bandera y un himno que ya no dice la verdad, esa verdad que costo sangre para lograr lo que hoy ya no existe.
Quienes están al frente de los poderes institucionales conducen al país como si fueran gerentes de una corporación extranjera, nos venden y nos vuelven a comprar según conveniencias, que precisamente, no son las que nos pintan como libres e independientes; las condiciones para serlo no se perdieron, falta valor? O somos unos hipócritas, hacer valer nuestra dignidad es el primer escalón de justicia contra los farsantes de turno y contra los farsantes que se postulan viéndonos la cara, comencemos a hacernos responsables, porque de una u otra manera, todos con nuestros actos, reflejamos a la nación.
Con la actitud de las últimas décadas, parece que estamos escribiendo un epitafio.

Un derecho olvidado

Hay un estado de guerra permanente y ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad.
La civilización actual puede y nos dice, que se han puesto en práctica todos los sistemas ideados por el hombre para sobrellevar la vida en “comunidad”; esta última palabra, sin sacarla del contexto de esta reflexión, es la que contiene el germen que ha sobrevivido milenios, gracias a quienes en todos los tiempos, lo han creído posible, estos sistemas que en su denominación, llevaban implícito un modo de organización, que para que fuera aceptado por todos, por lo general iba acompañado por la aplicación de los métodos necesarios, para que se produzcan los cambios, esto, siempre fue así, hoy el cadalso está en desuso, los métodos modernos de coerción demuestran el avance.
La guerra siempre estará presente, aunque se le podría disminuir el grado de salvajismo, si disminuyéramos la distancia que separa al gestor de la idea, de aquel otro individuo que aspira a una vida en libertad, conformando así, recién entonces, una cierta comunidad social.
Se ha llegado gracias a la tecnología, a que nadie pueda decir, que no se está informado, y este mecanismo de comunicación imperante, es el único nexo que salva la distancia, y que termina poniéndonos el lazo, no solo debemos estar informados.
Estamos informados y en exceso.
¿Hemos renunciado, dejándolo de lado lo estaremos olvidando?, y me estoy refiriendo al único derecho al que ninguna persona se debería substraer; este es, el derecho a “darnos cuenta”.
La causa debe ser su simpleza, tan simple como aprender a andar en bicicleta, al punto que olvidamos que ya no tenemos la bicicleta.
Abrir la discusión es la asignatura siempre pendiente, para quienes comprendan esto, les dejo en sus manos abrir el debate, de lo contrario sin el “darnos cuenta” seguiremos con nuestra mezquindad, pedaleando en el aire.

Tiemblen bichos tiemblen

Los actuales acontecimientos, trae sin respiro a los medios de comunicación.
Resulta ser que gracias a un diminuto y microscópico ente, el que está ocasionando alarma y hasta pánico en el mundo por las muertes que está causando, las que sin embargo no llegan a superar a las que se producen en un solo día, en nuestro querido país; podríamos comenzar por las causadas por desnutrición, el chágas, por falta de agua potable, las que se producen silenciosamente a causa de la contaminación, la falta de recursos médicos en zonas alejadas, etc. etc… y sin contar con las muertes por accidentes de tránsito.
Por suerte y gracias a algo llamado prevención, podemos zafar, utilizando barbijos, repelentes, cachetazos y lavado de manos.Pero tenemos que estar agradecidos, y es algo que a los medios informativos, se les está pasando por alto, quizás por exceso de entretenimiento, y es que tenemos resuelto el problema de la inseguridad, gracias a este bicho y sumados los trascendentales hechos políticos, ya no hay muertos a manos de delincuentes y los robos prácticamente son cosas del pasado, todo gracias a un diminuto ser, aclaro que el microscópico, no me estoy refiriendo a los que están en campaña; para esa plaga existe otro antídoto; está detrás de ese árbol, ese, que no deja ver el bosque.

Mezquinos abstenerse

Importante sociedad en formación necesita:

1- De hombres y mujeres que crean en la democracia republicana y recuerden el significado de las palabras “independencia” y “libertad”
2- De los que tengan la cabeza, todavía en su lugar (que esta contenga ese órgano llamado cerebro)
3- Estar dispuesto a utilizarlo (condición necesaria que lo distingue del idiota), (lavados se recuperan)
(celulares y auriculares se extirpan)

En un pozo ciego, y ciegos y en el pozo?

Acostumbrados ya con el paso del tiempo, después de haber sufrido heridas y sanado la mayoría de ellas, solo bastó desatender un rasguño, para que siendo las defensas superadas por bacterias, gérmenes y parásitos varios, nos encontremos infectados hasta los tuétanos.
¿Cómo curar lo que empezó siendo un pequeño grano y terminó siendo toda una ya tácita institución que nos mantiene en constante agonía?
Es tan alto el nivel de corrupción orgánica, que tenemos trastocados el sentido de asepsia moral al punto de que, con las manos sucias nos limitamos sistemáticamente a sacar el pus que corona la infección, para así comenzar un nuevo tratamiento, mientras la base se hace cada vez mas grande y hunde mas profundo sus raíces.
Situación que nos tiene que llevar a pensar seriamente, en, no solamente salvar el miembro afectado, sino ya el cuerpo entero.El mal es tan grande que será necesario practicar cirugía mayor Necesitamos de cada célula sana, de las que todavía quedan y que saben que para seguir siendo sanas se necesita sanar al cuerpo entero.

Células sanas, individuos sociales, únicos capaces de conformar la gran obra social que se necesita para acabar con la ley del grano.
Estamos en guerra contra un sistema infecto, compuesto por parásitos y bacterias, escatófilos que desde atrás de las múltiples máscaras, nos ofrecen el remedio, distracción necesaria, para no modificar las raíces que son su sustento y nutriente.
Ya, se trata de luchar por la vida, por esa que supimos conocer y ya no sabemos por cuanto tiempo a la que tenemos la podremos conservar. Comenzamos a rescatar el país todo, o podemos por idiotas ir practicando un epitafio