22 DE FEBRERO DE 2008 |
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Entrevista a Jean-Claude Paye sobre las consecuencias para el ciudadano ordinario de las legislaciones «antiterroristas» por Silvia Cattori* En diciembre de 2005 los medios de comunicación revelaron que
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Mientras que en Estados Unidos los medios de comunicación se han hecho eco de este asunto y las organizaciones de defensa de las libertades individuales han hecho campaña contra estas disposiciones sin provocar, sin embargo, una movilización popular, en Francia y Alemania prácticamente no han suscitado reacciones unos proyectos de ley que permiten a la policía espiar a distancia el ordenador de aquellas personas queque considera sospechosas de terrorismo.
En la entrevista concedida a Silvia Cattori el sociólogo belga Jean-Claude Paye demuestra cómo las leyes «antiterroristas» vacían de su sustancia todas las protecciones legales nacionales y europeas, y aclara el alcance de unas disposiciones que legalizan la introducción de programas informáticos espía en los ordenadores privados.
Silvia Cattori: ¿Está ya en aplicación la legislación de
Jean-Claude Paye [1]: La mayoría de los Estados miembro de
Se trata de permitir a la policía introducirse secretamente en los ordenadores de quienes son sospechosos de terrorismo o de pertenecer al crimen organizado. Alemania está preparando un proyecto de ley análogo. Las fuerzas del orden podrían estar autorizadas a espiar la superficie y el contenido de los discos duros de cualquier sospechoso. Se trataría de un «Caballo de Troya» (sistema informático espía) con un registrador de tecleado (keylogger) adjunto en secreto a un correo electrónico procedente de una agencia oficial. En concreto esto significa que los servicios de policía pueden utilizar un programa informático espía para leer todo lo que está dentro de un ordenador privado, sin que lo sepan la persona concernida. En Estados Unidos la policía tiene desde 2001 esta posibilidad de introducirse secretamente en un ordenador. Este procedimiento, llamado «linterna mágica» es uno de los dispositivos liberticidas introducidos por la famosa USA Patriot Act [2]. Estas medidas, que en un principio se votaron para tener una vigencia de cuatro años, se han convertido en permanentes [3].
Silvia Cattori: ¿Antes no era posible someter a escucha y vigilar los correos electrónicos ?
Jean-Claude Paye: Los servicios de inteligencia siempre han podido seguir el rastro de la gente y entrar en un ordenador cuando querían. Pero este espionaje era ilegal. Lo que es una novedad es que todo cuanto se recoge ahora puede servir para iniciar un procedimiento judicial.
Silvia Cattori: ¿Podría una persona que expresa en sus correos electrónicos su simpatía por un grupo inscrito en las listas «terroristas» ser perseguida por colusión con el terrorismo?
Jean-Claude Paye: Sí, porque se ha producido una evolución de las leyes antiterroristas. Manifestar simpatía por grupos catalogados como «terroristas» es ya una infracción. En Gran Bretaña decir, por ejemplo, «Hamas o Hizbola son movimientos legítimos de resistencia», podría constituir un delito de apoyo indirecto en el marco de la ley inglesa Terrorist Bill of 2006. En Gran Bretaña es donde las leyes antiterroristas son más abiertamente liberticidas. En 2006 Gran Bretaña introdujo los delitos de «enaltecimiento» y de «apoyo indirecto» al terrorismo [4]. Estas incriminaciones no persiguen los hechos, sino las palabras de resistencia al poder o, simplemente, el acto de revelar unos hechos que contradicen la política del gobierno. Por ejemplo, se acosó a unos militantes por incitación indirecta al terrorismo por el hecho de haber enunciado públicamente los nombres de los soldados ingleses muertos en Iraq. El poder considera que la persona que enuncia estos hechos da publicidad a unos actos catalogados de terroristas (las acciones de la resistencia) y que esta publicidad crea así un «clima favorable» al terrorismo.
Acciones o palabras de apoyo a la resistencia palestina también podrían servir de base a estas investigaciones. Tampoco es necesario que se trate de conflictos contemporáneos: se podrían retener palabras o escritos que enaltecen atentados del pasado si una persona que comete un acto como poner una bomba en el metro declara haber sido incitada a cometerlo por las palabras o escritos incriminados. Existe un efecto retroactivo y no está objetivamente limitado en el tiempo[5]. En otros países en los que, como en Bélgica, no existe el delito de apoyo indirecto al terrorismo se intenta de introducir estas nociones a través de la jurisprudencia [6].
Por lo tanto, no es inútil observar lo que ocurre en Inglaterra. Es el país más avanzado en el desmantelamiento del Estado de derecho. Es de esperar que lo que se ha establecido en este país se imponga tarde o temprano al resto del continente. También nos acecha la legislación inglesa que criminaliza el acto de aportar un simple apoyo verbal o escrito a una parte implicada en un conflicto internacional en oposición a la política exterior del gobierno británico y el acto de relatar unos hechos que están en contradicción con la política gubernamental.
En Bélgica y en otros países europeos ha fracasado por el momento el intento de criminalizar a las personas a través de la jurisprudencia [7]. La evolución de la situación dependerá de la capacidad de reacción de los ciudadanos europeos en relación a los proyectos gubernamentales. Es en este marco, el de la posibilidad cada vez mayor de criminalizar no sólo los actos, sino también toda palabra escrita incómoda para la política del gobierno a propósito de un conflicto violento en cualquier lugar del mundo, donde conviene considerar todas les perspectivas de persecución policial que ofrece el espionaje legal de los ciudadanos por parte de la policía. Estos procedimiento permitirán utilizar en un momento dado lo que se ha recogido como elemento de prueba en el marco de lo que se define como apoyo indirecto o enaltecimiento de actos y de organizaciones «terroristas». Hay que situar en este marco el procedimiento de captura del contenido de los ordenadores por medio de sistemas informáticos espía, que en Europa se llaman «Caballo de Troya» y en Estados Unidos, «Linterna mágica».
Silvia Cattori: ¿Cuál es la diferencia entre el proyecto de decisión-marco de
Jean-Claude Paye: Estas leyes se siguen aplicando. La futura decisión-marco de
Silvia Cattori: ¿Está pensando usted en el control de las transacciones financieras internacionales y de los pasajeros de las compañías aéreas?
Jean-Claude Paye: Sí, fundamentalmente. No se trata sólo de una pieza del sistema de espionaje de los ciudadanos establecido después del 11 de septiembre, sino también antes de esta fecha en lo que concierne al programa de escuchas de
En primer lugar hay que recordar que
Esta transferencia de datos tiene lugar fuera del marco legal de intercambios de informaciones financieras entre gobiernos y a espaldas de las personas concernidas y de las autoridades de protección de la vida privada, nacionales y europeas. Como en el caso Swift (Society for Worldwide Interbank Financial Telecomunication), se trata de un sistema de relaciones indirectas entre unas empresas privadas extranjeras y su tutela estadounidense. Así, la ley estadounidense, en este caso
Después, en junio de 2006, el New York Times reveló que una sociedad basada en Bélgica, Swift, transmitía secretamente el conjunto de los datos de las transacciones financieras internacionales a los servicios de aduanas estadounidenses y ello en el marco de programa de espionaje de
Desde 2002 la sociedad Swift había informado a sus autoridades financieras de tutela belgas y europeas, lo que significa que las autoridades europeas y los dirigentes de los bancos centrales estaban al corriente de este espionaje, pero que consideraron que se hacía en el marco de la lucha antiterrorista y que ellas no tenían que prevenir a sus gobiernos. Estos bancos centrales son considerados como órganos, dirigidos por Washington, de la lucha anti-terrorista. Por consiguiente, no sólo la sociedad Swift estaba en la más completa ilegalidad, sino también los bancos centrales europeos. Nunca se ha acusado a la sociedad Swift ni ha sido objeto de amonestación alguna por parte de los gobiernos y de los bancos centrales respectivos [9].
Silvia Cattori: ¿Podía esta sociedad oponerse a las órdenes de Estados Unidos ya que éstas podían permitir la detención de terroristas?
Jean-Claude Paye: Era difícil que la sociedad Swift pudiera escapar a las demandas de Estados Unidos en la medida en que su segundo servidor estaba en territorio estadounidense. Era difícil que Swift se negara, pero tenía la posibilidad de no transferir sus datos a territorio de Estados Unidos y de poder escapar así a los requerimientos de la administración estadounidense. Por consiguiente, se le puede reprochar la transferencia de datos personales a territorio estadounidense. Para transferir unos datos personales desde un país de
Prácticamente no tenemos ninguna prueba de que haya habido detenciones en el marco del espionaje de las transferencias financieras. Es sabido que no se necesita demasiado dinero para preparar atentados. El control financiero global no sirve para nada.
Silvia Cattori: Resulta chocante el silencio de los bancos centrales y de las autoridades belgas en relación a este asunto. ¿Se sancionó posteriormente a los culpables?
Jean-Claude Paye: Las autoridades europeas tenían que prohibir a la sociedad Swift, basada en territorio europeo, esta transferencia [de datos] a Estados Unidos. No había ninguna razón técnica que les obligara a transferir, de manera completamente ilegal, estos datos a Estados Unidos. Nunca se condenó a nadie.
Silvia Cattori: ¿Se pidió que cesara esta transferencia?
Jean-Claude Paye: Esto nunca se consideró. Ningún gobierno ordenó nunca a la sociedad Swift que detuviera la transmisión de estos datos a Estados Unidos. Se permitió a la sociedad Swift seguir transmitiendo los datos a
Silvia Cattori: En el caso de Estados Unidos, ¿acaso no se trata de un espionaje financiero encubierto bajo la lucha antiterrorista? ¿El comportamiento de
Jean-Claude Paye: Estas transferencias de datos permiten a Estados Unidos beneficiarse de una distorsión de las reglas del mercado puesto que las autoridades administrativas y las empresas multinacionales, que están estrechamente vinculadas con los poderes ejecutivos de Estados Unidos, tienen la posibilidad de tener acceso al organigrama permanente del conjunto de las transacciones financieras internacionales. El acceso a la red Swift completa lo que ya permite el sistema de espionaje Echelon [10].
Silvia Cattori: No se trata, por lo tanto, de medidas para llevar a cabo «la guerra contra el terror», como afirma Bush, sino de otra cosa.
Jean-Claude Paye: El objetivo principal de Estados Unidos es poner a
Esta primacía del derecho de Estados Unidos sobre el derecho europeo se verifica también en las medidas de control de los pasajeros de las compañías aéreas. Desde que en 2003 la administración Bush obtuvo el acceso a las terminales de las sociedades instaladas en territorio europeo, Estados Unidos está en posesión de un conjunto de informaciones sobre cualquier persona que embarque en un avión: nombre y apellidos, religión, hábitos alimenticios, número de la tarjeta de crédito, itinerario, etc. Por ejemplo, las personas que indican que no consumen carne de cerdo son susceptibles de ser consideradas sospechosas de «terrorismo» y de ser sometidas a vigilancia por parte de Estados Unidos.
La transmisión de estas informaciones contradice completamente las legislaciones europeas de protección de datos personales. Se crea, pues, una situación de hecho en la que Estados Unidos impone a los países europeos la transferencia inmediata de los datos personales de los viajeros. Esto lleva más tarde a
Silvia Cattori: ¿Reconsideraron más tarde su decisión aquellos Estados miembro que firmaron acuerdos contra natura con Estados Unidos?
Jean-Claude Paye: En lo que concierne al control de los pasajeros de las compañías aéreas,
Silvia Cattori: ¿Reaccionarán los cargos electos el día en que se den cuenta de que todo esto lleva a una sociedad totalitaria?
Jean-Claude Paye: Estas medidas no han sido discutidas. Nunca se han discutido a nivel europeo los acuerdos sobre los pasajeros de las compañías aéreas ni los acuerdos sobre las transacciones financieras o los acuerdos de extradición firmados con Estados Unidos. No ha habido debate alguno ni en la prensa ni en los parlamentos nacionales. Cuando el Parlamento Europeo se ha ocupado de estas cuestiones ha sido para criticar o rechazar los proyectos de los acuerdos. Sus competencias a este nivel se limitan a emitir opiniones consultivas no vinculantes.
Si se quiere comprender qué tipo de relaciones de subordinación mantiene
Silvia Cattori: Entonces, ¿no lo conocemos todo?
Jean-Claude Paye: Por supuesto que no, no lo sabemos todo. Sin embargo, algunos hechos empiezan a salir a la luz. Gracias a las revelaciones de la prensa estadounidense a finales de 2005 ahora sabemos que el programa ilegal de
Silvia Cattori: Por lo tanto, ¿estos ataques contra las libertades que acaba usted de describir (espionaje de la opinión, espionaje financiero, control de los pasajeros de las compañías aéreas), sólo sería la parte emergente de un nuevo orden que se está estableciendo?
Jean-Claude Paye: Sí, por supuesto. La mejor prueba es el acuerdo de extradición firmado en 2003 entre
Silvia Cattori: ¿Ya no se libra nadie de ser fichado?
Jean-Claude Paye: En este marco de vigilancia todos nuestros datos personales ya no nos pertenecen, pertenecen a las autoridades administrativas y a las empresas privadas. Se ponen automáticamente a disposición de los Estados. El es fin del habeas corpus, del derecho de la persona a disponer de sí misma y es también el fin de la propiedad de uno mismo. La vida privada ya no existe.
Notas:
[1] Jean-Claude Paye, sociólogo, es el autor
[2] USA Patriot es el acrónimo de Uniting and Strengthening America by Providing Appropriate Tools Required to Intercept and Obstruct Terrorism, literalmente, “ley sobre la unificación y reforzamiento de Estados Unidos atribuyéndole las herramientas necesarias para interceptar y obstaculizar el terrorismo”. Más que de una ley se trata de un voluminoso código antiterrorista cuya redacción emprendió en secreto durante al menos dos años antes del 11 de septiembre
[3] «A Permanent State of Emergency», Jean-Claude Paye, Monthly Review, noviembre de 2006.
[4] «Préoccupation sécuritaire», Jean-Claude Paye,
[5] «Beyond intention», Jean-Claude Paye, Le Monde diplomatique, English edition, noviembre de 2006.
[6] «Un procès qui engage nos libertés», Lieven De Cauter, Jean-Marie Dermagne y Bernard Francq,
[7] «DHKP-C: Bahar Kimyongur acquitté à Anvers», Marc Metdepenningen, Le Soir, 7 febrero de 2008.
[8] «
[9] «SWIFT: le Trésor états-unien au-dessus des lois européennes», Réseau Voltaire, 29 septiembre de 2006.
[10] Échelon es un sistema de espionaje electrónico común a Estados Unidos y Reino Unido que existe desde
* COREPER es el Comité de Representantes Permanentes de
| Periodista suiza independiente cuya lengua materna es el italiano. Los años que vivió en el extranjero, específicamente en el sudeste de Asia y en la región del Océano Índico, en estrecho contacto con los medios diplomáticos y de las agencias de las Naciones Unidas, le han dado una importante comprensión del mundo, de sus mecanismos de poder y sus injusticias. En 2002, fue testigo de la operación «Escudo protector», desatada en Cisjordania por el ejército israelí. Silvia Cattori se esfuerza desde entonces por llamar la atención del mundo hacia los sufrimientos del pueblo palestino bajo la ocupación israelí. Autora de Asie du Sud-Est, l’enjeu thaïlandais (ediciones L’Harmattan, 1979). |
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